Desarrollo de Programa de Manejo de Plagas en ambientes urbanos

Desarrollo de Programa de Manejo de Plagas en ambientes urbanos

Informe Técnico –Desarrollo de Programa  de Manejo de Plagas en ambientes urbanos (*)

 
En esta nota se desarrollarán las razones para el diseño de Programas de Gestión de Plagas en grandes espacios, que prioricen las secuelas que pudieran desembocar de una infestación y que además minimicen los riesgos motivados de la aplicación de las medidas para su control efectivo.
 

La importancia de desarrollar Programas de Gestión de Plagas

El objetivo del desarrollo de los Programas MIP es el mejoramiento del bienestar de la población y la disminución de las enfermedades transmisibles por vectores, lo cual puede lograrse en parte a través de las modificaciones del medio urbano mediante el empleo de ciertas medidas:
Establecer sistemas de control
Crear ambientes sanos, fundamentalmente en áreas densamente pobladas
Instituir infraestructuras urbanas que reduzcan los riesgos y establezcan una relación equilibrada entre las ciudades y sus alrededores
Reducir la exposición a contaminantes biológicos, físicos, químicos, y de sus efectos sobre la salud en todos los ambientes.
 
 
 
 
Para ello es necesario diseñar programas de control adecuados contra aquellas especies que sean consideradas plagas. Uno de los aspectos claves lo encontramos en la adopción de medidas estructurales y ambientales 
 delineadas por la OMS.  Este organismo define lo que denomina ordenamiento, como la planificación, organización, realización y vigilancia de actividades para la modificación y/o alteración de factores ambientales, o su interacción con el ser humano, con el propósito de prevenir o minimizar la propagación de vectores y reducir el contacto entre el ser humano, vector y agente patógeno.  
 

 

Ordenamiento del medio ambiente:

Modificación ambiental: Abarca toda transformación física permanente o duradera en la tierra, agua o vegetación, dirigida a prevenir, reducir o eliminar los hábitats de vectores sin causar efectos adversos excesivos en la calidad del ambiente humano; este es el caso de las mejoras de red de desagües, terraplenes, nivelación de tierras, etc. Todas estas medidas son de carácter permanente, las que normalmente requieren una continua conservación.
 
Manipulación ambiental: Consiste en cualquier actividad periódica planificada dirigida a originar condiciones temporales desfavorables para la cría de vectores en sus hábitats. Esto incluiría por ejemplo la regulación de los niveles de agua en los focos de la cría o la eliminación de la vegetación.
 
Modificación o modificación de los hábitos de comportamientos humanos: que nos permita reducir el contacto entre el hombre, los vectores y los posibles organismos patógenos. Ejemplo de ellos puede ser el desarrollo de viviendas en lugares alejados de los focos de cría de vectores, edificios protegidos contra plagas (Ej. Mosquitos, roedores, entre otras); inclusión de barreras físicas entre otras posibilidades.
 
La mejora del medio urbano y por consiguiente de la salud ambiental exige una actuación conjunta entre varios sectores y la intervención de organismos públicos y privados.  Uno de los compromisos de los gobiernes debe ser el enlace entre las partes implicadas, aumentando así la eficacia y reduciendo los costes finales.
 
Cada vez más, la sociedad esta mas consciente sobre los efectos los efectos que provocan en el medio ambiente los productos químicos en general. El impacto del empleo indiscriminado de plaguicidas domisanitarios en viviendas y zonas verdes de las grandes ciudades, comienza a ser un problema social cada vez mas significativo, ya que incrementa la exposición de toxinas en las áreas donde la gente vive. 
 
Desde hace algunos años la población se cuestiona si existen maneras de eliminar o reducir el uso de plaguicidas domisanitarios en zonas urbanas, lo que ha desembocado en la introducción del concepto de Control Integrado de Plagas y al diseño de programas de control de los mismos.
 
Bajo el paraguas actual, el objetivo fundamental de Control de Plagas es crear y mantener situaciones que impidan que las especies de plagas causen problemas de gran importancia, evitando el establecimiento o la diseminación de las mismas y manteniendo las poblaciones a un nivel que no provoque daño o que sea acotado, teniendo en cuenta que el costo debe ser el menor posible, así como su riesgo para el ser humano y medio ambiente.

Criterios en la definición de programas de control:

El uso racional de todas las metodologías de control disponibles se conoce como Manejo Integrado de Plagas (MIP). Bajo esta metodología se utilizan todos los medios de control y prevención disponibles para impedir que las plagas alcancen un umbral de daño.  Los insecticidas domisanitarios se utilizarán, solo en caso de ser necesarios. El objetivo es mantener una calidad aceptable (bajos índices de infestación) minimizando costos y evitando los efectos nocivos que puedan ocasionar.
 
Uno de los conflictos en el desarrollo de este tipo de programas es que resulta complicado determinar cuál es el nivel máximo de tolerancia de cada plaga en un lugar determinado, ya que no solo hay que tener en cuenta criterios económicos, sino que se deben considerar otros factores como la salud humana, de los animales y hasta criterios estéticos que varían dependiendo de cada situación.
 
En el medio urbano resulta difícil calcular los umbrales de tolerancia de cada plaga; los costos potenciales de las medidas de control, resulta complicado asignar un valor real a las consecuencias económicas o de otra índole de cada infestación.
 
Asimismo, los niveles de tolerancia son totalmente variables según sea el caso, Por ejemplo, la presencia de cucarachas puede tolerarse en algunos sitios, mientras que en áreas de preparación de alimentos o de consumo de estos resulta inaceptable su presencia, pudiendo entonces hablar de tolerancia cero. De ahí la necesidad de desarrollar Programas MIP, los cuales deben ofrecer soluciones a largo plazo, reduciendo los costos asociados y la cantidad de productos químicos incorporada al medio ambiente.
 
Los servicios de Fumigación, Desinfección y Desratización han contribuido en la erradicación de enfermedades que constituían verdaderas epidemias, empleando para ellos principalmente productos químicos.  
 
El abordaje actual al manejo de plagas exige un planeamiento técnico de calidad, que aproveche los avances y conocimiento de las ciencias que estudian las características biológicas, ecológicas de los organismos biológicos.

Los programas MIP deberían considerar los siguientes puntos:

Elaboración de un proyecto o plan de trabajo: donde se especifiquen los objetivos para cada sección o área a ser tratada
Adopción de medidas de ordenamiento del medio: empleo de barreras físicas, mejora y acondicionamiento de instalaciones, etc.
Muestreos sistemáticos: Un conocimiento previo del estado de cada plaga (población, distribución, estados de desarrollo) en cada lugar en concreto, ayuda a realizar acciones preventivas que eviten daños innecesarios con el consiguiente ahorro de tratamientos posteriores.
Registro de datos y resultados: El registro de los datos disponibles, anteriores y posteriores a los tratamientos, ayuda en gran medida a conocer el comportamiento y la evolución de cada especie en cada hábitat, lo que posibilita la adopción de medidas preventivas.
Conocimiento e información: Es fundamental conocer los medios como los productos empleados en cada tratamiento porque esto evita cometer errores en la aplicación que pudieran conllevar un empleo excesivo o inadecuado de productos domisanitarios.
 

Etapas de un Programa de Control:

Identificación: es el primer paso, ya que se debe identificar la plaga objetivo como primera medida para luego desarrollar cualquier programa
Planificación: Una vez conocida la plaga, hay que establecer las medidas de control. Se deben elegir los métodos de aplicación y materiales mas efectivos, determinado las áreas a tratar y todos los aspectos prácticos a ser considerados.
Aplicación de medidas de control: Las medidas de control a adoptar dependerán de la plaga en cuestión e incluyen tanto medidas químicas como el resto de las que se indican en el MIP.
Evaluación: Se debe determinar el existo o fracaso de las medidas del MIP efectuadas.
Mantenimiento: La mayoría de las medidas muestran un efecto beneficioso del mismo dentro de un intervalo de pocos días, pero probablemente transcurra un tiempo hasta que se produzca la erradicación del problema, lo que obliga a tomar medidas de mantenimiento de forma permanente.
 
(*) Fuente: La casa del Fumigador - Entomo

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