La deificación que adopta la industria de control de plagas se base en “La capacidad que adquiere la población de una especie de tolerar una dosis de insecticida a la que antes era altamente susceptible”.
Técnicamente se define como la habilidad complementaria y hereditaria propia de un individuo o conjunto de ellos, que los capacita fisiológica, anatómica y etológicamente, para bloquear la acción tóxica de un insecticida por medio de mecanismos metabólicos y no metabólicos y en consecuencia, sobrevivir a la exposición de dosis de insecticidas, que para otros sería mortal.
La resistencia se genera como consecuencia de la eliminación de los biotipos susceptibles del insecto por el uso reiterado y frecuente del mismo insecticida o bien insecticidas distintos, pero con el mismo modo de acción (resistencia cruzada), lo que determina el aumento de los biotipos resistentes preexistentes en la población. Un biotipo es un individuo de ocurrencia natural, dentro de una especie dada, que tiene una composición genética levemente diferente de los demás miembros de la población de la especie.
El desarrollo de la resistencia:
Dicho desarrollo puede ocurrir por medio de los siguientes mecanismos:
- Modificación a nivel del sitio del insecto
- Incapacidad del insecticida de llegar al sitio de acción
- Aumento de la capacidad del insecto para metabolizar el insecticida
Los insecticidas, al controlar a los miembros susceptibles de una población de insectos, actúan como agentes de selección de aquellos biotipos naturalmente resistentes al mismo. Estos individuos son los mejores adaptados para sobrevivir. Estos individuos, pueden tener pequeñas diferencias bioquímicas en sus sitios de acción que impiden actuar al insecticida.
Condiciones que favorecen al desarrollo de la resistencia
- Uso de principios activos con un sitio de acción único
- Aplicación reiterada del mismo insecticida
- Aplicación de insecticida reiterada sobre el mismo sitio de acción
- Uso de insecticida como único método de control
Sugerencias para minimizar el desarrollo de la resistencia a los insecticidas:
- Rotar insecticidas con modo de acción diferentes
- Utilizar insecticidas que tengan modos de acción diferentes, pero similar persistencia
- Combinar la aplicación de insecticidas con otros métodos de control (físicos, mecánicos, etc.)
- Utilizar insecticidas sólo cuando sea necesario y racional hacerlo, No aplicar por el mero hecho de hacerlo.
(*) Fuente: Newsleter La Casa del Fumigador.