La exclusión como estrategia de control de roedores

La exclusión como estrategia de control de roedores

La exclusión como estrategia de control de roedores (*)

Se estima que los roedores contaminan al menos el 20% de los alimentos de todo el mundo. Esta plaga son tenaces buscadores de refugio y alimento.  No obstante, la estrategia mas eficaz para detenerlos es la implementación de Barreras Físicas apropiadas que impidan el acceso al interior de establecimientos y viviendas, especialmente en entornos donde se encuentran alimentos, ya que una vez que la plaga ingresa las medidas a tomar ya son otras. 

La capacidad que tienen los roedores en contaminar a gran escala los recursos alimenticios  se deben en parte a sus hábitos de mordisquear aquí y allá, de modo que entran en contacto con mucho mas alimento del que deben ingerir.

Según algunas estimaciones, en un solo año una rata puede desprender mas de 500.000 pelos de su cuerpo; un ratón puede producir hasta 18.000 excrementos fecales; y en ese mismo periodo un casal de ratas puede producir mas de 1.200 descendientes. Ratas y ratones se han relacionado con problemas de salud humana como asma y la transmisión de enfermedades como el Hantavirus, Leptospirosis, salmonelosis,  tifus e incluso peste bubónica.

 

 

Implementación de Barreras Físicas contra roedores
Especialmente en entornos alimenticios, el uso de cebos rodenticidas puede ser complejo y limitado, ya que estos no deben aplicarse ni almacenarse de manera que puedan provocar contaminación de los alimentos o condiciones insalubres.

Una opción segura y efectiva para reducir o eliminar la necesidad de utilizar rodenticidas, es la exclusión o la implementación de barreras físicas para evitar que los roedores puedan acceder al interior de edificios, establecimientos alimenticios o viviendas.

La exclusión es el primer paso primordial para la seguridad alimentaria, Básicamente, hay que mantener a la plaga fuera de los establecimientos. Pero esto no resulta sencillo, ya que los roedores resultan implacables en la búsqueda de alimento y refugio.


Un ratón puede pasar a través de una abertura de 19mm (o una moneda de 10 centavos) y una rata puede pasar a través de un orificio de 25mm.  Asimismo, las ratas tienen la capacidad de roer plástico, madera, aluminio, ladrillo, cemento, entre otros.  Además, son capaces de trepar alambrados, superficies rugosas, nadar a través de espejos de agua y pisar agua durante varios días.

 

Puntos de exclusión: Puertas

Lo más obvio y critico a la hora de proteger son las puertas exteriores. Sin una buena estrategia de exclusión, las ratas y ratones entran sencillamente a través de ellas, comprometiendo la seguridad alimenticia.


Todo tipo de puertas (personal, de carga y descarga de mercadería) son zonas de riesgo. Las puertas exteriores deben permaneces cerradas siempre que sea posible, y en el caso de las puertas de madera, se debe instalar un protector de chapa de hierro en la base, ya que son susceptibles de ser roídas.

El espacio que queda debajo de las puertas exteriores es un punto de acceso muy común, así que no debería ser mayor a los 0,5cm. Es erróneo pensar que los burletes de caucho o de cerdas estándar son suficientes para frenar a los roedores.  Hasta el mas pequeño de ellos puede roer burletes en el transcurso de una noche.

Los cierres metálicos presentan un obstáculo mucho mayor para la plaga, pero con el tiempo se pueden ablandar y deformar, dejando espacios para que las ratas y ratones ingresen.

En USA y Europa existen burletes especiales a prueba de roedores (Ejemplo: Rodexit Wave, Excluder, etc.) los cuales forman una herramienta fundamental contra la plaga. Este tipo de cierres cuentan con juntas de gomas reforzadas, forradas con una tela compuesta de acero inoxidable y fibra de poliéster, material sumamente resistente ante las roídas de los roedores.

Un método simple para probar la vulnerabilidad del marco o de una puerta puede realizarse por la noche con las luces de la habitación o almacén encendidas, podemos comprobar si algo de luz escapa alrededor del marco o puerta; si la luz puede salir, el roedor puede entrar.

Otros puntos débiles

Otros posibles puntos de ingreso de la plaga que deben considerarse para protección son los puntos de ingreso a los establecimientos de las líneas de electricidad, agua, gas, alcantarillado o los conductos de A/A. También se debe vigilar debajo de las tejas y en las posibles grietas en las bases del edificio.

Rejillas y ventanas del sistema de ventilación: Estas deben estar protegidas con material de exclusión adecuados, asegurando que se llenen los huecos o grietas.

Tuberías de Drenaje: En caso de estar defectuosas, proporcionan un buen punto de ingreso de la plaga. Sobre la tubería de drenaje debe cimentarse una cubierta de metal perforada, y cualquier abertura por pequeña que sea, alrededor del desagüé debe ser parchada o rellenada con materiales de exclusión apropiados.​

 

 


Grietas de las aceras
: Deberán ser selladas ya que posibilitan el acceso de la plaga a la base del edificio y busquen puntos de ingreso al mismo. Los muros de los basamentos se pueden proteger con barreras de metal, concreto o ladrillo. Se deben colocar protectores circulares para ratas alrededor de todos los cables y tuberías verticales. Hay que asegurarse de que las tejas rotas sean reemplazadas según sea necesario, utilizando material de exclusión para ello.

 

 
 
 
 

Materiales de exclusión: Es importante utilizar los materiales adecuados. Aplicar masilla o espuma en aerosol para rellenar posibles entradas es económico y fácil, pero ofrece una protección muy limitada. 

En cambio, la utilización de la lana de acero resulta mas eficaz, pero padece la oxidación por la exposición a la humedad, de modo que requiere su reemplazo con el paso del tiempo. La malla de cobre, es una solución mas efectiva contra los roedores cuando se instala correctamente, sin embargo reviste cierta complejidad su instalación ya que es menos maleable lo cual posibilita que el sello no sea hermético.

También existe la posibilidad de utilizar productos de exclusión especializados `para rellenar puntos críticos, por ejemplo, la malla de acero inoxidable, la cual una vez colocada crea un sello permanente que no se oxida ni se degrada con el tiempo.  Una vez instalada los roedores no pueden ni quitarla ni traspasarla.

Abordando la problemática de la plaga

Ante la presencia de roedores, lo primero que debe hacer el profesional es establecer un diálogo fluido con el cliente, atendiendo a los detalles y particularidades que éste nos pueda informar.  A partir de allí comienza la etapa de inspección en la búsqueda de indicios de la plaga, lugares de ingreso, desplazamiento, anidamiento, alimento y aquellos factores que son los condicionantes de la presencia de roedores.  Un buen diagnóstico se constituye en la base un buen programa de MIP.  De esta manera el especialista se debe enfocar en los siguientes puntos:
- El comportamiento humano relacionado con el ambiente y la plaga
- El conocimiento del lugar que puede aportar el cliente
- La inspección cuidadosa del lugar/ambiente colonizado por la plaga

Esto nos ayudará a elaborar un buen diagnóstico para poder elaborar estrategias adecuadas que definirán el MIP más apropiado.

 

(*) Fuente: La Casa del Fumigador - Entomo
 


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